Los sofocos, los trastornos del sueño, la sequedad vaginal, reducción de la libido, dolor en las articulaciones, o los mareos son algunas de las consecuencias que puede producir la menopausia…¿la incontinencia urinaria está en este listado?
Cuando la menstruación finaliza, el cuerpo para de generar estrógenos. La hormona femenina controla tus periodos menstruales y los cambios corporales durante el embarazo y además contribuye a mantener sanas las paredes de la vejiga y de la uretra.
El envejecimiento viene acompañado de causas que debilitan los músculos del suelo pélvico, responsables del control de la vejiga, lo que se traduce en el desarrollo de la incontinencia urinaria.
Hoy te contamos la relación que existe entre la incontinencia urinaria y la menopausia. Toma nota, esto es todo lo que tu paciente necesita saber.
Tipos de incontinencia derivados de la menopausia
Incontinencia por esfuerzo (por estrés). La presión al toser, estornudar o levantar peso puede hacer que la orina salga a través del músculo debilitado. Se conoce por ser uno de los tipos de problemas del control de la vejiga más comunes en mujeres mayores.
Incontinencia urinaria de urgencia. En esta ocasión, los músculos de la vejiga se contraen en el momento inoportuno o de manera constante provocando escapes.
En este punto es importante destacar que, la relación entre incontinencia y disminución estrogénica no está completamente comprobada: existen resultados contradictorios al respecto, no obstante, los defensores de esta teoría alegan que el hipoestrogenismo hace que todo el sistema de presiones de la vía urinaria descienda, lo que unido a la paulatina degradación de la uretra y la vejiga, favorece la aparición de incontinencia, concretamente de esfuerzo.
La incontinencia durante la menopausia no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar de la vida.
Anota estos dos consejos:
Tratamiento con estrógenos. Bien en forma de cremas o supositorios vaginales. Pueden resultar muy eficaces para mitigar los síntomas durante la menopausia.
Ejercicios de Kegel. Tal y como te contamos hace unas semanas, ejercitar durante 15 minutos al día el suelo pélvico puede reducir el riesgo de pérdidas de orina o incluso hacer que desaparezcan.
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