Pilates para ejercitar los músculos del suelo pélvico

Pilates para ejercitar los músculos del suelo pélvico

pilates para fortalecer el suelo pélvico

Coordinación, equilibrio y resistencia son algunas de las destrezas que se fortalecen al realizar Pilates, por ello resulta perfecto para el tratamiento y prevención de la incontinencia urinaria.

Este método es una excelente opción para mantener un correcto tono de la musculatura corporal. La actividad puede resultar muy beneficiosa para prevenir o mejorar problemas de espalda o articulares, actuando como gran técnica rehabilitadora.

No obstante, cuando existe incontinencia urinaria o riesgo de debilitamiento del suelo pélvico, hay que vigilar y tener mucho cuidado con el tipo de ejercicios que se practican.

Hace unos meses comentamos lo eficaces que son los ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico. Hoy compartimos todo lo que necesitan saber las mujeres con incontinencia urinaria que quieren trabajar los músculos de su suelo pélvico con Pilates.

Es importante conocer cómo se debe practicar pilates dependiendo de la causa de la incontinencia puesto que, algunos ejercicios provocan una excesiva presión en el abdomen y hay que tratar de evitarlos si se tienen problemas de suelo pélvico.

Este problema puede deberse a alguno de estos dos motivos:

Problemas neuromusculares: Muchas mujeres tienen pérdidas de orina teniendo una excelente calidad de sus músculos del suelo pélvico, el problema no está ahí, sino en el proceso de control neuromuscular. El sistema nervioso actúa como si se hubiera olvidado de esta estructura y aunque se encuentra en buenas condiciones no lo activa cuando debiera. Entonces, ¿el pilates ayuda? Claro que sí. Realizar un programa correcto ayuda a mejorar y corregir las condiciones del suelo pélvico.

Debilitamiento de suelo pélvico: El problema puede encontrarse en las estructuras musculares o con el tejido de sostén del suelo pélvico. Como consecuencia, la vejiga, la vagina y el recto se encontrarán en una situación muy vulnerable cuando se produzcan aumentos de presión dentro del abdomen, por lo que debe haber un estricto control en los ejercicios.

Desde La Nueva Serenidad recomendamos no dejar de lado los siguientes puntos:

1. ¿En qué estado se encuentra el suelo pélvico de la paciente?

Si tiene incontinencia urinaria, un profesional ya sea médico o fisioterapeuta especializado, debe encargarse de valorar su estado antes de comenzar las clases de pilates. En ocasiones resulta complicado saber qué grado de presión abdominal es perjudicial, porque dependerá de las condiciones en las que se encuentre el suelo pélvico. Cuanto mejor se encuentre el suelo pélvico mayor presión abdominal podrá soportar y por tanto podrá practicarse sin problema cualquier ejercicio.

2. Elegir un centro especializado

En ocasiones, los centros ofrecen clases de mantenimiento en vez de pilates, es decir, clases de gimnasia que se impartían antes de que el boom de pilates invadiera los gimnasios. Tu paciente debe asegurarse que la persona que dirige la actividad está especializada en pilates. Lo ideal es elegir centros que dominen esta disciplina, con pocos alumnos por clase y preferiblemente elegir las de máquina antes que las de suelo, porque permiten una realización de los ejercicios más controlada, evitando posibles lesiones.

3.- El profesor y profesora debe ser empático

Todos los ejercicios de Pilates deben ser orientados por un profesional capacitado, que realice una evaluación previa del paciente para que pueda así elaborar un programa de tratamiento efectivo. Esta técnica tiene en cuenta la musculatura del suelo pélvico en muchas de sus prácticas, así que es imprescindible que el monitor o monitora estén al tanto de las alumnas con musculatura del suelo pélvico debilitada para que lo tenga en cuenta y recomienden qué ejercicios se deben ejecutar para evitar lesionar el suelo pélvico.

4.- Tener siempre presente la contracción del suelo pélvico

Independientemente de tener en cuenta las indicaciones del profesor para contraer el suelo pélvico en un ejercicio determinado, es importante interiorizar la contracción y respiración para mantener los músculos del suelo pélvico activos. Cuando se suelta el aire se contrae la musculatura pélvica, lo que contrarresta la presión abdominal.

Gracias por leer La Nueva Serenidad.

Esperamos te haya resultado útil este artículo y compartas lo aprendido con tus pacientes. Estamos seguros de que les será de gran ayuda.

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