Salud y cambio climático

Salud y cambio climático

El cambio climático se cobra millones de vidas cada año y sus consecuencias siguen aumentando. De hecho, la OMS considera el cambio climático como la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI y alerta sobre las consecuencias que puede suponer para los profesionales sanitarios a la hora de atender a la población.

Está científicamente demostrado que los crecientes cambios medioambientales relacionados con el cambio climático empeoran las condiciones sanitarias de las personas y su salud, siendo todavía más graves en aquellas situaciones de vulnerabilidad y desigualdad social. Por ello, el cambio climático no debe considerarse un fenómeno exclusivamente ambiental, también hay que tener en cuenta las consecuencias económicas y sociales, y en especial su impacto sobre la salud pública.

Los efectos del cambio climático repercuten de forma significativa en la economía, la salud y el medio ambiente.

La OMS calcula que el cambio climático causará 250.000 muertes directas adicionales cada año entre 2030 y 2050, de las cuales 38.000 serán personas mayores a consecuencia del calor, 48.000 muertes por diarrea y 95.000 niños por desnutrición infantil. Y aunque, durante las últimas décadas la preocupación y concienciación por los efectos del cambio climático han ido aumentando, la verdad es que los avances han sido muy pocos y se necesita actuar con urgencia.

Se calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a los factores medioambientales.

Las consecuencias del cambio climático

Se define cambio climático como el aumento global de la temperatura del planeta debido al fenómeno conocido como efecto invernadero. Este efecto se produce por un exceso de calor en las capas más bajas de la atmósfera, debido principalmente a las elevadas emisiones de CO2 y de otros gases como el metano o el óxido nitroso.

Las principales consecuencias de la elevación de la temperatura y de los extremos climáticos son:

·  Subida del nivel del mar con inundaciones, y mayor frecuencia e intensidad de temporales costeros.

·  Huracanes y eventos meteorológicos extremos.

·  Mayor frecuencia de olas de frío y de calor.

·  Incremento de la frecuencia y severidad de los episodios de calor intenso.

·  Incendios forestales provocados por las altas temperaturas.

·  Aumento de las precipitaciones, lluvias catastróficas y tormentas fuertes.

·  Inundaciones y contaminación del agua. La mayor intensidad y frecuencia de las inundaciones provoca la contaminación del agua dulce, incrementando el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por insectos vectores de enfermedades.

·  Reducción de la humedad del suelo, desertificación y sequías. La escasez de agua y el empeoramiento de su calidad son una amenaza para la salud.

·  Elevación de la temperatura del agua y acidificación de los océanos, con afectación directa sobre los recursos pesqueros.

·  Aumento de los niveles de contaminantes ambientales debido a las situaciones de bloqueo atmosférico.

Todos estos fenómenos derivarán en más muertes, discapacidades y enfermedades, sin olvidar el gran impacto sobre la salud mental de las personas.

Concretamente en Europa, las inundaciones se consideran el desastre natural más común y se prevé que su intensidad y frecuencia sigan aumentando a lo largo de este siglo. Además, en 2023 se han superado las temperaturas máximas registradas en el agua y se han alcanzado los mayores récords climáticos extremos, lo que ha provocado el aumento de enfermedades relacionadas con el calor, mayor propagación de las enfermedades infecciosas y el empeoramiento de la inseguridad alimentaria.

Los máximos climáticos registrados recientemente suponen un foco de enorme preocupación.

Principales efectos del cambio climático en la salud humana

El clima y la meteorología afectan de forma muy diferente a la salud de las personas y no es fácil determinar todas las consecuencias que se pueden derivar. Los múltiples impactos del cambio climático sobre la salud van, desde el estrés térmico, los problemas respiratorios por la mala calidad del aire, hasta los efectos cardiovasculares causados por la contaminación.

Se ha demostrado que existe una relación directa entre los contaminantes y muchas enfermedades como la aterosclerosis o la insuficiencia cardíaca. Además, la contaminación atmosférica contribuye al aumento de la presión arterial.

Los efectos del cambio climático sobre la salud humana se clasifican en directos o indirectos. Los efectos directos se relacionan con las lesiones, enfermedades y defunciones causadas directamente por los propios fenómenos meteorológicos, y los indirectos son la consecuencia de dichos fenómenos sobre la naturaleza y el entorno, que acabarán afectando a la salud de las personas.

Efectos directos

·  Pérdidas de salud, accidentes y muertes directas a causa de los desastres naturales como tormentas, huracanes, tornados o inundaciones.

·  Aumento de la mortalidad y mayor agotamiento debido al incremento de la frecuencia y duración de las olas de calor. También se ha demostrado su relación con el agravamiento de las enfermedades circulatorias y respiratorias.

Efectos indirectos

·  Enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La contaminación del aire y las olas de calor empeoran las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

·  Alérgenos y enfermedades respiratorias. La exposición a los aeroalergenos puede agravar el asma, causar rinitis alérgica y empeorar otras muchas enfermedades respiratorias. La presencia de partículas y la alta concentración de ozono en la atmósfera también puede aumentar la mortalidad cardiopulmonar.

·  Enfermedades diarreicas e infecciosas transmitidas por los alimentos y el agua. La contaminación del agua y de los alimentos aumenta la transmisión de microbios patógenos provocando enfermedades como la diarrea, gastroenteritis, cólera o salmonelosis, entre otras. 

·  Enfermedades transmitidas por vectores. El clima más cálido aumenta la reproducción, resiliencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores como la malaria, el paludismo o el dengue.

·  Inseguridad alimentaria, desabastecimiento y desnutrición. La alteración de las cosechas y la caída de la producción de alimentos aumenta el riesgo de desnutrición, especialmente preocupante para la población infantil de las zonas más vulnerables.

·  Problemas derivados de la sequía. La malnutrición y el hambre, las enfermedades de origen hídrico, las lesiones por quemaduras y el aumento de las enfermedades infecciosas y respiratorias, son el resultado de los periodos de sequía.

·  Consecuencias de los desplazamientos forzados. Aumento del estrés de los enfermos mentales y mayor probabilidad de padecer enfermedades mentales en personas que antes no las sufrían.  

·  Afectación a la salud laboral. Disminución de la capacidad laboral, riesgo de agotamiento por calor, estrés térmico, paros cardíacos y accidentes laborales más frecuentes en personas que trabajan al aire libre o que sufren enfermedades crónicas.

La importancia de los determinantes geográficos y sociales.

No todas las muertes relacionadas con el cambio climático se distribuyen de igual manera en todos los países. Las condiciones sanitarias, industriales, económicas y sociales de cada zona, y las diferentes circunstancias de la vida de las personas influyen directamente en cómo el cambio climático y el medio ambiente afecta a la población.

·  Se estima que las personas que viven en los países menos desarrollados pierden hasta 8 veces más años de vida por causas medioambientales que las que viven en el primer mundo.

·  El porcentaje de infecciones respiratorias en los países menos avanzados es el doble que en los países más desarrollados, un 42% de infecciones respiratorias frente al 20% de los países desarrollados.

Cómo afrontar el futuro. Más vale prevenir

El cambio climático afecta significativamente a la salud y bienestar de las personas y necesita que los esfuerzos sean conjuntos por parte de todos los agentes implicados. Autoridades, instituciones, organizaciones, líderes políticos, empresas y profesionales de la salud deben trabajar coordinadamente para poner en marcha intervenciones destinadas a beneficiar y proteger la salud de la población.

También es importante trabajar para conseguir sistemas de salud resilientes al clima que se puedan anticipar, preparar, prevenir, responder y recuperar rápidamente frente a los riesgos climáticos.

Pero, para que este enfoque global sea efectivo, el plan tiene que ser transversal y debe incluir los múltiples ejes que permitan un abordaje integral.

·  Equidad. La OMS reclama que todas las intervenciones se apoyen en los principios de justicia, participación y colaboración intersectorial. En este sentido, es importante tener en cuenta los determinantes sociales que afectan a la salud de la población para reducir las desigualdades socioeconómicas y de género, así como prestar especial atención a los colectivos más vulnerables.

·  Enfoque de género. La salud es un ámbito donde la integración de la perspectiva de género es imprescindible. No solo hay que tener en cuenta las diferencias biológicas por sexo, también es importante incorporar los condicionantes de salud relacionados con el género al implementar las políticas públicas. La perspectiva de género en la salud debe considerarse un eje transversal primordial.

·  Transparencia y rendición de cuentas. Se trata de informar, justificar y hacer el seguimiento de los resultados obtenidos bajo los principios de eficiencia, eficacia y legalidad. Para ello, será imprescindible disponer de indicadores de gestión válidos que reflejen el estado de las actuaciones en cada etapa.

·  Sostenibilidad. Todas las iniciativas y proyectos que incluyan salud y medio ambiente deben desarrollarse en un marco de sostenibilidad, sobre todo teniendo en cuenta el actual contexto climático y la situación del sistema sanitario.

·  Incorporar la salud en todas las políticas. La OMS recomienda valorar todos los factores relacionados con la salud humana al implementar cualquier proyecto. Se trata de mejorar la salud de la población con cada iniciativa que se ponga en marcha y evitar los posibles efectos nocivos para la salud de determinadas políticas.

·  Enfoque “One Health”. Relacionado con el punto anterior, es importante trabajar de manera multidisciplinar para no aislar la salud humana de otras áreas tan importantes como la seguridad alimentaria, la zoonosis, la virología, la ecología o la microbiología. Se trata de colaborar con expertos de diferentes sectores para promover respuestas multisectoriales.

Los sistemas de salud frente a la crisis climática

La pandemia de la Covid-19 puso en jaque a los sistemas sanitarios, que en muchos países ya arrastraban deficiencias desde antes de la pandemia. La crisis climática, aunque más lenta y menos escandalosa, no se queda atrás y puede poner en riesgo la capacidad de respuesta de los actuales sistemas de salud.

Los sistemas sanitarios necesitan prepararse para afrontar los desafíos que impone el cambio climático y convertir estos retos en oportunidades para un desarrollo más sostenible.

Según los expertos, los dos grandes aspectos a tener en cuenta para generar resiliencia en los sistemas sanitarios ante la crisis climática son:

·  Conseguir mecanismos sólidos e innovadores de financiación internacional y nacional para proyectos relacionados con el cambio climático y la salud.

·  Fortalecer el trabajo interconectado entre todos los sectores, no solo en el ámbito nacional e internacional, también es importante el nivel local.

  • Generar sistemas de vigilancia y alerta temprana para enfermedades relacionadas con el clima.
  • Garantizar la prestación continua de los servicios.
  • Integrar los equipos de salud pública y de cambio climático para facilitar la comunicación entre todos los profesionales implicados ante una emergencia.
  • Desarrollar planes conjuntos de salud y cambio climático.
  • Entrenar y formar al personal médico en temas de salud y cambio climático.

Actualmente ya existe un gran consenso científico sobre la vinculación entre bienestar, salud humana y calidad medioambiental, por ello, aunque el cambio climático represente una amenaza para la salud global del siglo XXI, también es una gran oportunidad para redefinir los determinantes ambientales y sociales de la salud.

Bibliografía

1. El informe 2023 de salud y cambio climático de The Lancet: “pocas señales, si es que hay alguna, del progreso que se necesita con urgencia”. semFYC. Diciembre 2023.
2. Cambio climático y salud. Organización Panamericana de Salud (OPS).
3. Impacto del cambio climático en la salud humana. Elsevier connect. Agosto 2023.
4. Impacto del cambio climático en la salud. Resumen ejecutivo. Informes, estudios e investigación 2013. Ministerio de Sanidad, servicios sociales e igualdad.
5. Cambio climático y salud. Ministerio de Sanidad. Gobierno de España.
6. Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022 – 2026. Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico. Gobierno de España.
7. El cambio climático también es una cuestión de salud. Banco Mundial. Agosto 2023.

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