Promoción de estilos de vida saludables, un reto para las consultas de Atención Primaria

Promoción de estilos de vida saludables, un reto para las consultas de Atención Primaria

Está científicamente demostrado que los hábitos de vida determinan en gran medida la salud de las personas. Cambiar a hábitos y estilos de vida más saludables mejora la salud, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades y cuando existen, mejora su curso, disminuye la carga de la enfermedad y la aparición de complicaciones. En este ámbito, los profesionales sanitarios tienen un importante papel a la hora de transmitir estos beneficios, gracias a la proximidad y accesibilidad que les proporciona el ámbito asistencial.

La Atención primaria se considera el mejor nivel asistencial para valorar el estado de salud global de las personas y actuar según sus necesidades. Dispone de múltiples oportunidades para que sus profesionales intervengan y aconsejen a la población sobre los factores de riesgo y las conductas saludables más recomendadas. De hecho, la promoción de la salud y la prevención primaria ya se consideran actividades propias de la Atención primaria de salud.

La vertiente comunitaria de la Atención primaria es fundamental para abordar los determinantes sociales de la salud y reducir las desigualdades.

Promoción de la salud desde Atención primaria.

Las principales causas de morbilidad y mortalidad en los países industrializados son el sedentarismo, la alimentación, el tabaquismo y el abuso del alcohol. Se ha demostrado que con la modificación de los hábitos y estilos de vida se consiguen grandes beneficios para la salud.

La OMS estima que el 80% de las enfermedades cardiovasculares, el 90% de la diabetes tipo 2 y el 30% de todos los cánceres podrían prevenirse con una dieta saludable, dejando de fumar y con un adecuado nivel de actividad física.

Ante esta situación, es relevante que los profesionales sanitarios de Atención primaria pongan en marcha todo tipo de iniciativas y actividades para motivar y ayudar a los pacientes a adoptar estilos de vida más saludables. Principalmente, se trata de valorar los hábitos saludables de los pacientes con un abordaje preventivo, establecer foros de comunicación y colaboración para promocionar los hábitos saludables, así como implementar actividades que fomenten actitudes y valores dirigidos a mejorar los estilos de vida.

La promoción de una vida saludable y su influencia en la prevención de enfermedades crónicas se considera una prioridad de salud pública.

Los condicionantes del estilo de vida.

Para que las intervenciones en los cambios de hábitos y estilos de vida puedan ser efectivas, es necesario tener en cuenta aquellos factores extrasanitarios que las pueden condicionar, principalmente los relacionados con el contexto sociocultural.

Elementos y factores que influyen en el estilo de vida y la salud.

·  Perfil sociodemográfico y cultural: nivel educativo, entorno social y familiar, entorno físico, etc.

·  Prácticas personales de salud, principalmente la alimentación y el ejercicio físico.

Por ello, teniendo en cuenta que la eficacia de las recomendaciones puede depender de los factores personales (condicionantes de vida, disposición al cambio, etc.), será clave la habilidad, el conocimiento y la actitud positiva de los profesionales para obtener resultados.

Se recomienda un asesoramiento personalizado según el factor de riesgo que haya que cambiar, pero también según la disposición al cambio de cada persona. Se trata de establecer metas factibles a corto y medio plazo consensuadas con el paciente.

Los factores personales, institucionales y ambientales interactúan a diferentes niveles (individual, interpersonal y comunitario), determinando la conducta de las personas.

Modificación de la conducta. Tipo de intervenciones y recomendaciones sobre el estilo de vida.

Las intervenciones individuales sobre un único factor de riesgo son poco eficaces, se aconseja el abordaje integral de la conducta susceptible de cambio para conseguir mejorar el estilo de vida.

Los estudios muestran que las estrategias más útiles para los cambios de conductas son las denominadas cognitivo-conductuales.

·  Modelo de los estadios del cambio (Prochaska y Di Clemente). Considera que las personas cambian su conducta a través de diferentes etapas y la intervención del personal sanitario deberá adaptarse al estadio en el que se encuentra cada persona. Se trata de un modelo favorable para conductas del “todo o nada” como dejar de fumar, pero tiene algunas limitaciones para comportamientos más complejos como la actividad física o la conducta alimentaria.

·  Modelo de la rueda del cambio de conducta ICC(Intervenciones para el Cambio de Conducta). Se trata del modelo más utilizado, pretende ser una guía para seleccionar las intervenciones más adecuadas en cada situación. En el centro de la rueda se sitúan los tres condicionantes esenciales para el cambio (capacidad, motivación y oportunidad) y a su alrededor los otros factores que influyen. El círculo externo indica las intervenciones que se pueden implementar con este método.

Rueda del cambio de comportamiento. Adaptado de: Michie, 2011.

Para las intervenciones conductuales, la mayoría de las recomendaciones internacionales se base en la estrategia de las 5 Aes del United States Preventive Services Task Force (USPSTF).

·  Averiguar. Preguntar sobre los factores de riesgo y los aspectos que afectan a la elección o cambio de conducta.

·  Aconsejar. Dar consejos claros, específicos y personalizados, incluyendo información sobre los riesgos y beneficios personales.

·  Acordar. Consensuar y pactar los objetivos y los métodos más apropiados según los intereses y la capacidad para el cambio de cada persona.

·  Ayudar. Utilizar técnicas de modificación de la conducta para conseguir los objetivos pactados y adquirir las habilidades, confianza y el apoyo necesario para favorecer el cambio.

·  Asegurar. Fijar visitas de seguimiento para ajustar el plan marcado cuando sea necesario, incluida la derivación a unidades especializadas.

La importancia de la adherencia.

Para obtener resultados verdaderamente favorables en salud es importante mantener en el tiempo los cambios conseguidos utilizando estrategias de adherencia.

Competencias de los profesionales que intervienen sobre los estilos de vida.

Las competencias y habilidades necesarias que deben tener los profesionales para intervenir sobre los estilos de vida y cambios de conducta son:

·  Capacidad de motivar, ilusionar e influir en las personas.

·  Liderazgo para practicar y promover estilos de vida saludables.

·  Saber identificar los determinantes de salud del paciente relacionados con su estilo de vida y demostrar conocimiento de los cambios necesarios a implementar.

·  Valorar la motivación y disponibilidad del paciente y su familia al cambio, estableciendo planes de acción conjuntos.

·  Conocer los recursos y activos necesarios para facilitar los cambios de conducta.

·  Utilizar Guías y recomendaciones para ayudar a los pacientes.·  Disponer de habilidades para trabajar en un equipo multidisciplinar que atienda al paciente globalmente.

Consejo sobre Hábitos Saludables (CHS) o Intervención Avanzada sobre Hábitos Saludables (IAHS).

Las dos principales acciones de intervención que se consideran eficaces en un entorno de promoción de la salud son el Consejo sobre Hábitos Saludables (CHS) y la Intervención Avanzada sobre Hábitos Saludables (IAHS)

Consejo sobre Hábitos Saludables (CHS)
Se trata de un consejo o intervención oportunista que ofrece recomendaciones breves de 5 a 10 minutos sobre hábitos de vida en el transcurso de cualquier actividad asistencial, aprovechando una consulta o cualquier encuentro profesional. Los consejos se relacionan principalmente con la alimentación y la actividad física y junto a la información, se incluye una propuesta motivadora de cambio. Se recomienda en los casos de personas que no se hayan planteado ningún cambio, con el objetivo de fomentar su duda o contemplar la posibilidad de querer cambiar y ayudarle a pasar al siguiente estadio.

Sus principales características son:

·  Breve. No más de 10 minutos aprovechando cualquier consulta.

·  Personalizado. En función de la persona atendida y de su situación.

·  Sistematizado. En todas las consultas, excepto en personas que no se plantean cambiar que se repetirá pasados 6 meses.

·  Firme. Sin dudas.

·  Oportuno. Aprovechando los momentos que la persona esté más receptiva.

·  Motivador. Para personas que no se plantean cambiar el objetivo será conseguir que valore la posibilidad de querer cambiar.

Intervención Avanzada sobre Hábitos Saludables (IAHS). Se trata de una acción programada que necesita una dedicación más amplia y elaborada para conseguir los cambios deseados. Consiste en un tratamiento global durante varias visitas y que pueden realizar varios profesionales. Se recomienda para personas que estén dispuestas a realizar un intento serio y supervisado de cambio de hábitos relacionados con la alimentación y la actividad física. Deben ser personas con un nivel de motivación mínimo suficiente.

Sus características son:

·  Global. Combina tratamiento psicológico individual y grupal.

·  Duración. Superior a 30 minutos

·  Periodicidad. Visitas programadas según la periodicidad ajustada al proceso de cambio de cada persona y a la modalidad de intervención acordada.

·  Metodología. Planteamiento metodológico individual, grupal o comunitario.

Para realizar estas y otras intervenciones se necesitan recursos, tiempo y motivación de los profesionales de Atención primaria, además de potenciar un sistema sanitario que sitúe al paciente en el centro. Todo ello sin olvidar que también existen muchas oportunidades en el ámbito hospitalario y en los servicios de urgencias, donde se pueden ofrecer recomendaciones saludables básicas y detectar situaciones de riesgo. Aunar esfuerzos y medios hacia objetivos comunes es la mejor estrategia para alcanzar los objetivos.

Bibliografía:

1.  Recomendaciones sobre hábitos saludables en atención primaria. Consejería de Salud y Familias. Junta de Andalucía 2020.
2.  Córdoba-García R., et al. Recomendaciones sobre el estilo de vida. Actualización PAPPS 2018. Aten. Primaria. 2018; 50 (Supl.1):29-40.
3.  Gil-Girbau M., et al. Modelos teóricos de promoción de la salud en la práctica habitual en atención primaria de salud. Gaceta Sanitaria vol.35 no.1 Barcelona ene./feb. 2021.
4.  Mújica Campos J. et al. Proyecto de promoción de la salud «Prescribe vida saludable: lugar de encuentro entre la Atención Primaria y la comunidad. Comunidad 2013;15(1):14-19.5.  Recomendaciones sobre hábitos saludables en atención primaria. Consejería de Salud y Familias. Junta de Andalucía 2020.

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