Evitar o controlar la incontinencia urinaria es solo uno de los beneficios que se puede obtener al fortalecer el suelo pélvico y toda la musculatura que lo rodea. Para ello, existen ejercicios especialmente destinados a mejorar la función de esta zona tan importante para la salud y la calidad de vida de tus pacientes incontinentes.
¿Por qué es importante que realicen ejercicios para fortalecer el suelo pélvico?
El suelo pélvico es el conjunto de ligamentos y músculos que cierran la cavidad abdominal por su parte inferior. Sostienen la vejiga, el útero, la vagina y el recto, es decir, los órganos situados en la cavidad de la pelvis. El estreñimiento crónico, la obesidad o el parto pueden debilitar esta región, y las consecuencias son la incontinencia fecal o urinaria y los prolapsos. Además de prevenir estos problemas, hay otros efectos positivos consecuencia del fortalecimiento del suelo pélvico.
Incontinencia urinaria y fecal
Estas dolencias afectan a muchas personas que casi nunca consultan al médico por vergüenza. Los ejercicios mejoran la función de los esfínteres, evitando los escapes involuntarios tanto en hombres como en mujeres y aliviando los síntomas. Por otra parte, hay un impacto muy positivo que es mejorar la calidad de vida. Mientras logras un control más eficaz, es posible que necesites algún tipo de ayuda. Nuestros pants son una solución discreta y eficaz que presenta muchas ventajas. Con tacto de algodón y dermatológicamente testados, permiten una total seguridad para ambos sexos.
Embarazo y posparto
El peso creciente y continuo que sostiene la musculatura pélvica durante el periodo de gravidez, sumado al esfuerzo del parto, pueden debilitar el tono muscular. Por ello, es recomendable transmitir a tus pacientes que practicar ejercicios de fisioterapia desde el segundo trimestre del embarazo para su fortalecimiento es tan beneficioso como su realización para la recuperación después del parto. Una recomendación que no solo puede evitar la aparición de la incontinencia urinaria durante el tercer trimestre de gestación, sino que facilitará el parto.
Mejoría de las disfunciones sexuales
El coito doloroso, el vaginismo y la disfunción eréctil son problemas que pueden aliviarse también con estos ejercicios. Como profesional sanitario puedes transmitir a tus pacientes tranquilidad y explicarles a tus pacientes que tener un mejor control de la musculatura pélvica, puede mejorar su vida sexual.
Estreñimiento
El estreñimiento a veces lesiona el esfínter anal debido al esfuerzo cotidiano para defecar y puede causar fisuras muy dolorosas. Como profesional sanitario ¿has recomendado alguna vez entrenar el suelo pélvico para prevenir el estreñimiento? Sí, has leído bien. Con este tipo de ejercicios se aprende a utilizar la musculatura abdominal, pero si además les hablas a tus pacientes de la necesidad de adoptar una postura correcta durante la defecación y que eviten los esfuerzos en apnea, les estarás dando una de las claves para combatir el estreñimiento.
Dolor causado por el deporte
El levantamiento de pesas o el tenis, entre otros deportes, pueden debilitar esta zona y producir dolor. El exceso de entrenamiento es un factor que a veces no se tiene en cuenta en las consultas y centros sanitarios como causante de lesiones. Recuerda a tus pacientes que mantener un suelo pélvico fortalecido y no excederse con este tipo de ejercicios, es esencial si tienen pérdidas.
Reducción de los síntomas en los prolapsos
Si bien el tratamiento de los prolapsos vaginales o rectales es generalmente quirúrgico, tus pacientes pueden experimentar alivio con este entrenamiento. Es posible que los bultos en el recto o la vagina se reduzcan y experimenten una menor sensación de presión.
¿En qué consisten los ejercicios de Kegel?
El ginecólogo Arnold Kegel ideó un entrenamiento pélvico con el propósito de prevenir y tratar la incontinencia urinaria, y tuvo un gran éxito. Sin embargo, es muy importante que tus pacientes lo realicen correctamente y por eso te vamos a explicar la técnica.
1. Localizar los músculos
Es clave que tus pacientes sepan identificar los elementos a fortalecer. La manera es iniciar la micción y entonces, detenerla. La contracción empleada en los ejercicios de Kegel no debe incluir los muslos, los glúteos o la parte baja de la espalda. Los músculos que se sienten firmes en ese momento son los del suelo pélvico.
2. Posición
Se pueden hacer en sedestación o boca arriba, como sea más cómodo para el paciente, con la vejiga vacía y las piernas ligeramente flexionadas. Al estar sentado es fácil hacerlos sin que nadie lo note, en la oficina, conduciendo o en el transporte público.
3. Series
10 repeticiones de 3 segundos cada una, en 3 series diarias. Recuerda a tus pacientes que pueden ir haciéndolas más intensas, progresivamente, hasta llegar a 15 contracciones de 5 segundos. Entre una y otra contracción es conveniente que se relajen durante 10 segundos.
Para finalizar cada serie, es necesario que ejecuten 15 movimientos rápidos e intensos. Algo muy importante es no hacerlos interrumpiendo el flujo de la micción. La razón es que esta acción predispone a sufrir infecciones urinarias.
¿Cuándo se experimenta la mejoría?
Hacer los ejercicios correctamente y ser constante es fundamental, por ello es importante transmitir a tus pacientes que deben ejercitar el suelo pélvico todos los días. Después del parto se deben hacer durante varios meses, pero en algunos casos es necesario prolongarlos indefinidamente, pues el tono muscular tiende a perderse. En pocas semanas empezarán a notar menos episodios de incontinencia, y en algunos meses habrán alcanzado más fuerza y mejor control. La incontinencia urinaria es un problema que se puede resolver y que no debe causar vergüenza. Romper tabúes y encontrar respuestas es necesario para preservar la calidad de vida de tus pacientes.