Relación de la incontinencia urinaria con el sobrepeso y la obesidad. 

Relación de la incontinencia urinaria con el sobrepeso y la obesidad. 

La relación de la incontinencia urinaria con el sobrepeso es indudable. El sobrepeso y la obesidad se relacionan normalmente con las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, sin embargo, no se conoce tanto su relación con la incontinencia urinaria. De hecho, una de las causas más frecuentes de la incontinencia urinaria es el sobrepeso y la obesidad.

Existe una clara relación entre el peso y la incontinencia urinaria. 

Se ha demostrado que un incremento de 5 unidades en el Índice de Masa Corporal (IMC) puede aumentar hasta un 70% el riesgo de sufrir incontinencia. Al mismo tiempo, la pérdida de peso en pacientes incontinentes obesos mejora significativamente los síntomas de la incontinencia urinaria hasta reducirlos a la mitad.En general, se ha demostrado que la pérdida de peso en estos pacientes disminuye la presión que se ejerce sobre la vejiga, mejorando la incontinencia.

La obesidad se considera uno de los factores de riesgo de la incontinencia urinaria. 
A mayor índice de masa corporal, mayor severidad de la incontinencia. 

La relación entre obesidad e incontinencia urinaria afecta tanto a hombres como a mujeres. En el caso de los hombres, la obesidad se relaciona principalmente con la frecuencia urinaria y en las mujeres con la incontinencia por estrés y de urgencia, debido básicamente a la sobrecarga que se ejerce sobre el suelo pélvico.

Los factores que se asocian con la obesidad y el aumento de riesgo de incontinencia urinaria son: 

  • Hipermovilidad uretral y aumento de la presión abdominal. Provocan inestabilidad del detrusor. 
  • Hernia de disco intervertebral. Afecta a la inervación de la vejiga. 
  • Incremento de la grasa abdominal. La grasa acumulada alrededor del abdomen ejerce mayor presión sobre la vejiga, aumentando la tensión sobre el suelo pélvico y la movilidad de la uretra. La obesidad abdominal es el factor más importante relacionado con el exceso de peso y la incontinencia. 

Estudios urodinámicos avalan la existencia de estos procesos, han demostrado que con la pérdida de peso se puede disminuir la presión intravesical y aumentar la capacidad cistométrica (volumen de líquido a partir del cual se genera la sensación de orinar).

La importancia de cuidar la salud del suelo pélvico

importancia de cuidar el suelo pélvico en la incontinencia urinaria.

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la parte inferior de la cavidad abdominal. Su debilitamiento o alteración pueden repercutir en la salud de las personas, afectándoles a nivel psicológico, social, sexual y laboral, incluso causándoles graves secuelas.

Ejercitar y fortalecer los músculos del suelo pélvico es importante para evitar las pérdidas de orina.

Aunque las mujeres tienen mayor predisposición a sufrir trastornos derivados del debilitamiento del suelo pélvico, la disfunción del suelo pélvico también puede afectar a los hombres.De hecho, el suelo pélvico masculino no tiene por qué ser más fuerte que el femenino. El tono de la musculatura del suelo pélvico depende de cada persona y de los factores de riesgo, independientemente del sexo.

  • En el caso del suelo pélvico en hombres, los factores de riesgo se relacionan principalmente con las cirugías de próstata y el estreñimiento. 
  • En las mujeres puede haber mayor afectación, ya que además de la uretra y el ano, a través de la vagina se pueden producir prolapsos de los órganos pélvicos cuando el suelo pélvico está debilitado. También, los embarazos y partos pueden influir en ese debilitamiento, junto con otros factores como el sobrepeso o el estreñimiento.

Incontinencia urinaria y obesidad en la mujer

La incontinencia urinaria es más frecuente en las mujeres y cuando son obesas, la prevalencia aumenta en comparación con las que no tienen sobrepeso. En general, las mujeres con incontinencia urinaria tienen menos probabilidad de ser físicamente activas y más probabilidad de tener sobrepeso.

La obesidad ejerce una mayor sobrecarga en el suelo pélvico, provocando que se deteriore el tejido conectivo y se alteren los mecanismos de soporte de la vejiga y uretra, derivando en incontinencia urinaria. En estos casos, perder peso y reforzar la musculatura del suelo pélvico, será fundamental para mejorar los síntomas de la incontinencia. 

  • Con pérdidas entre el 5%-10% del peso corporal en mujeres obesas disminuye significativamente la presión sobre la vejiga y se obtienen grandes beneficios. 
  • Mujeres incontinentes con obesidad severa (más de 45 kg sobre el peso ideal) mejoran significativamente la incontinencia urinaria al perder peso drásticamente.

La pérdida de peso, como terapia de primera línea para controlar la incontinencia urinaria.

La obesidad es un factor de riesgo modificable para muchas enfermedades, entre ellas la incontinencia urinaria de cualquier tipo (esfuerzo, urgencia y mixta). La reducción de peso se considera una terapia de primera línea para las personas con incontinencia urinaria.

Por tanto, las personas con sobrepeso tienen otro motivo más para cambiar su estilo de vida y poner en práctica hábitos saludables que mejoren su composición corporal mediante una alimentación sana y practicando ejercicio regularmente. 

Es importante evitar el sedentarismo. La actividad física está inversamente asociada a la incontinencia urinaria.

La pérdida de peso ayuda a reducir la presión intra abdominal, disminuyendo la presión que se ejerce sobre la vejiga y el suelo pélvico. Los estudios sugieren que los cambios en la dieta, en particular la disminución de grasas saturadas y la disminución de las calorías totales, se relacionan con la pérdida de peso en mujeres con incontinencia urinaria. 

La pérdida de peso debe contemplarse como una medida más en el tratamiento de la incontinencia urinaria. 

Muy pocas veces se tiene en cuenta que la obesidad y la incontinencia urinaria están íntimamente relacionadas. Entender la obesidad y el sobrepeso como una posible causa de la incontinencia urinaria, puede ayudar a gestionar y prevenir el problema. En el caso de mujeres jóvenes, la incontinencia urinaria puede ser incluso un problema más complejo, que es necesario identificar y tratar cuanto antes.

Para ello, es fundamental diseñar intervenciones relacionadas con el estilo de vida, cuyo principal objetivo es cuidar la alimentación y promover el ejercicio físico para poder reducir los síntomas de la incontinencia urinaria y mejorar la salud de los pacientes.

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