Los centros de salud y también los hospitales se diseñan principalmente pensando en las necesidades de los pacientes, con el objetivo de minimizar cualquier impacto negativo que puedan tener durante su experiencia. En general, se trata de tener espacios sanitarios lo menos traumáticos posibles para que la vivencia de los pacientes resulte beneficiosa para su salud.

Sin embargo, con este planteamiento dirigido casi exclusivamente a los pacientes, es probable que los centros de salud se alejen de las verdaderas necesidades de sus empleados y trabajadores, y acaben siendo centros poco saludables para el colectivo sanitario que trabaja en ellos.

La pandemia de la COVID-19 supuso un punto de inflexión

Durante la pandemia, los profesionales sanitarios tuvieron que estar muchas horas en su lugar de trabajo, que junto a los altos niveles de estrés que sufrieron, han evidenciado la necesidad de poner en marcha importantes cambios para conseguir que los centros de salud sean entornos más saludables para sus empleados.

Según la OMS, en el sector sanitario más del 80% de los países carecen de políticas nacionales sobre un entorno de trabajo saludable y seguro.

Incluso antes de la pandemia, el sector sanitario ya se consideraba en muchos países un sector poco seguro para trabajar. La realidad es que muy pocos centros sanitarios disponen actualmente de programas de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo.

La COVID-19 ha puesto de manifiesto el coste que supone la ausencia sistémica de programas de protección de la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores sanitarios.

Para poder solventar esta situación, no solo se deben tener en cuenta las infraestructuras e instalaciones de los centros sanitarios, también será clave conocer las necesidades psicológicas del personal sanitario. En opinión de la presidenta de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST), se necesitan espacios y lugares de trabajo donde los empleados generen pensamientos y aptitudes positivas, que, sin duda, también acabarán revirtiendo positivamente en la salud integral de todo el colectivo sanitario. 

Es importante ampliar la relación de cada trabajador con su lugar de trabajo y también potenciar las relaciones entre todos.

Qué se considera un entorno de trabajo saludable

La definición de entorno de trabajo saludable ha evolucionado mucho durante las últimas décadas. Se ha pasado de un enfoque centrado casi exclusivamente en el ambiente físico de trabajo (riesgos físicos, químicos, biológicos y ergonómicos), a incorporar los hábitos de salud, estilos de vida, factores psicosociales, relación con la comunidad o cualquier otro factor que pueda afectar gravemente a la salud de los trabajadores. Este cambio de visión, no solo mejora la salud de los empleados, también permite conectar mejor con la comunidad.

Definición de la OMS de lugar de trabajo saludable

Aquel en el que los trabajadores y los jefes colaboran en un proceso de mejora para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de todos los empleados así como la sostenibilidad del lugar de trabajo.

Características que debe cumplir un entorno de trabajo saludable:

• Proporcionar un ambiente abierto de accesibilidad y aceptación para personas de diferente sustrato, origen, capacidades y habilidades.

• Minimizar o eliminar las diferencias entre grupos de trabajadores, así como las dificultades que afectan a grupos específicos.

Los principales indicadores para valorar si un lugar de trabajo es saludable son: 

• La salud y la seguridad relativos al espacio físico de trabajo.
• La salud, la seguridad y el bienestar relativos al medio psicosocial del trabajo, incluyendo la organización del mismo y la cultura del ambiente de trabajo.
• Los recursos de salud personales en el espacio de trabajo.
• Las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad.

Puntos de mejora en el entorno de trabajo del colectivo sanitario

• Ratio de enfermeras y médicos. Es importante que el sistema sanitario español se aproxime a la ratio de médicos y enfermeras que tienen los países europeos de nuestro entorno. Se trata de una medida prioritaria para poder mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios. 

• Guardias y jornadas de trabajo. Aunque es difícil variar el actual planteamiento horario de los centros sanitarios, es importante ser conscientes de que las largas jornadas de trabajo repercuten en la vida y salud de los trabajadores. Como ejemplo, se recomienda que las instalaciones tengan en cuenta las guardias de los servicios de urgencias y proporcionen áreas de descanso, preferiblemente con iluminación natural, buena ventilación y sin ruido.

• Embarazo y maternidad. Hay que tener en cuenta las necesidades de las profesionales embarazadas, así como su reincorporación tras la maternidad. Medidas como los espacios adaptados para la lactancia, ayudan a fomentar un entorno laboral más saludable.

• Riesgo de agresiones. Los entornos laborales seguros también deben tener en cuenta los riesgos específicos de cada colectivo sanitario. En el caso de las enfermeras, debería ser una prioridad solucionar el problema de las agresiones que sufren por parte de pacientes o familiares en situaciones de queja, malestar o enfado.

Cualquiera de las medidas o actuaciones que se pongan en marcha, nunca deben tratarse de forma aislada. Se ha demostrado que, en entornos de trabajo negativos, por mucho que se incremente el número de enfermeras y médicos, o se flexibilicen los horarios, los resultados en los pacientes no mejoran. Sin embargo, en aquellos entornos de trabajo saludables, la mejora de la ratio de enfermeras ha demostrado disminuir claramente la mortalidad de los pacientes.

Nueva guía internacional para reforzar la protección de los trabajadores sanitarios

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han publicado recientemente una guía sobre el desarrollo e implementación de programas de salud y seguridad en el trabajo para el colectivo sanitario. La guía ofrece recomendaciones sobre cómo aprender de la experiencia de la pandemia y poder proteger mejor a los trabajadores sanitarios. 

Mensajes clave: 

• Para que los sistemas sanitarios funcionen bien y sean resilientes es fundamental proteger al colectivo sanitario y garantizar su salud y seguridad en el trabajo.

• Los trabajadores sanitarios se enfrentan a una serie de riesgos laborales (biológicos, químicos, físicos, ergonómicos y psicosociales, incluida la violencia), que afectan no solo a su seguridad, también a la de los pacientes.

• Garantizar la seguridad y salud en el trabajo debe ser una prioridad y es un requisito indispensable para conseguir una atención sanitaria de calidad.

• Es importante poner en marcha programas integrales sobre salud y seguridad en el trabajo con perspectiva de género, en línea a las políticas y leyes de cada país.

La guía también describe el papel que deben desempeñar los gobiernos, los directivos, los trabajadores y los servicios de salud laboral en la promoción y protección de la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores sanitarios. Todo ello, sin olvidar la inversión económica que se necesita en formación, seguimiento y colaboración para la aplicación exitosa de los programas.

Los países que han empezado a aplicar programas de salud y seguridad laboral en el ámbito sanitario, han demostrado reducir las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo, así como una mejoría del entorno laboral y la productividad.

Bibliografía

1. Calahorra T. La paradoja del hospital: sanidad ‘top’ en entorno laboral poco saludable. Redacción médica. Septiembre 2022.
2. Nueva guía para reforzar la protección de los trabajadores sanitarios. El Médico interactivo. Febrero 2022. 
3. Entornos laborables saludables: fundamentos y modelos de la OMS. Prácticas y Literatura de soporte. OMS 2010.
4. La voz de las enfermeras inunda el centro de Madrid: estas son las reivindicaciones del colectivo. ConSalud.es. Junio 2022.
5. San Martín-Rodríguez L., et al. Las enfermeras tras la pandemia por Covid-19: ¿ahora qué? Enferm. Clin. 2022 January-February; 32(1): 1–3.
6. Herruzo Caro B., et al. Promoción de la salud en el lugar de trabajo. Hábitos de vida saludable y factores de riesgo cardiovascular en trabajadores de ámbito sanitario en atención primaria. Rev. Asoc. Esp Espec Med Trab vol.26 no.1 Madrid mar. 2017