La importancia del autocuidado del cuidador

La importancia del autocuidado del cuidador

cuidador profesional

Las actividades que realizan los cuidadores no son nada fáciles y suponen un gran impacto sobre su estado de ánimo. El progresivo deterioro físico del paciente se relaciona con depresión y mayor sobrecarga del cuidador. A mayor número de actividades diarias con dependencia, mayor carga subjetiva, salud mental negativa y menor satisfacción.

Además, la dependencia de las actividades que suceden por la noche, como la incontinencia urinaria, son especialmente molestas para los cuidadores y aumentan todavía más los niveles de fatiga y malestar emocional. De hecho, la incontinencia se considera un importante indicador de la institucionalización de los enfermos.

Los familiares más próximos tienen una importante probabilidad de desarrollar depresión y sobrecarga. Por esto es vital el apoyo de un cuidador profesional.

Normalmente los cuidadores tienen que anteponer el cuidado de la persona dependiente a su propia vida familiar y personal. En estas situaciones, saber identificar el problema y tener apoyo externo para atender sus propias necesidades será de vital importancia. Lo importante es saber cómo prestar los cuidados necesarios a la persona dependiente sin que el cuidador vea afectado su estado de salud físico y mental.

Cambios a tener en cuenta en la vida del cuidador 

  • Cambios en las relaciones familiares. La situación de dependencia de un familiar afecta a la vida cotidiana de todo el núcleo familiar. Hay que evitar las tensiones y discusiones relacionadas con el reparto de tareas o las decisiones adoptadas y buscar ayuda profesional. En este sentido la orientación por parte del profesional sanitario es fundamental.
  • Cambios en el trabajo. Muchos familiares se ven obligados a reducir su jornada laboral o incluso a abandonar su propio trabajo para cuidar a la persona dependiente a tiempo completo. Es importante realizar una valoración y tener en cuenta las consecuencias que ello supondrá en la vida económica y personal de ese cuidador y barajar la posibilidad de buscar ayuda profesional.  
  • Cambios en el tiempo libre. El tiempo libre a disposición de cualquier cuidador disminuye notablemente y deben ser conscientes de ello para poder tomar la decisión más acertada. 

Otros cambios importantes que experimenta el cuidador relacionados con su estado de salud físico y mental son:

  • Cambios en la salud. Generalmente, los cuidadores tienen peor salud que las personas que no tienen esta responsabilidad. Experimentan más situaciones de cansancio, insomnio y problemas físicos derivados del trabajo de cuidador. 
  • Cambios en el estado de ánimo. Desde el punto de vista psicológico, también estarán más afectados. Es habitual que tengan sentimientos de tristeza, culpa, enfado, irritabilidad, ansiedad o incertidumbre por el futuro. 

El autocuidado del cuidador

Con un autocuidado responsable, la persona cuidadora podrá mantener su propio bienestar y favorecer determinados aspectos relevantes para su día a día:

  • Tener mejor disposición física y mental para realizar sus tareas.
  • Tener fortaleza y capacidad para afrontar situaciones difíciles.
  • Ser resolutivo.
  • Mantener un estado de serenidad y bienestar en todo momento.
  • Tener sensación de control sobre la vida y la realidad cotidiana.

También será importante que el cuidador pueda hacer frente a los pensamientos erróneos y saber abordarlos de la mejor manera posible. Para ello se recomienda: 

  • Reconocer los propios sentimientos.
  • Actuar en función de sus capacidades.
  • Ante una situación de conflicto, esperar unos minutos para poder hacer una valoración más objetiva.

Principales recomendaciones para el cuidador:

  • Organizar el tiempo y planificar las actividades.
  • Compartir la responsabilidad con la persona dependiente, incentivando su autocuidado.
  • Aceptar toda la ayuda externa que sea posible y saber delegar.
  • Admitir que pueden cometerse errores sin culparse por ello.
  • No tener miedo a expresar las emociones y preocupaciones.
  • Saber decir que NO a las demandas excesivas de la persona dependiente.
  • El cuidador debe dedicarse tiempo a sí mismo y realizar sus actividades preferidas (leer, escuchar música, pasear, etc.).
  • Mantener hábitos de vida saludables (dormir 8 horas, hacer ejercicio físico con regularidad, evitar el aislamiento, etc.).
  • Mantener el contacto con sus amigos y cuidar las relaciones sociales y familiares.

Síntomas de alerta

Cuando el cuidador pierde su autonomía y tiene un exceso de responsabilidad, afectará a su bienestar emocional. Se ha demostrado que ser cuidador repercute sobre el estado emocional.

Los principales síntomas de alerta son:

  • Tristeza
  • Fatiga emocional
  • Irritabilidad
  • Abandono del cuidado personal
  • Sentimientos de culpa
  • Rechazo hacia la persona dependiente y distanciamiento emocional
  • Actitud negativa hacia el propio trabajo y hacia sí mismo
  • Aislamiento y soledad

Como consecuencia de estos síntomas el organismo puede poner en marcha algunos mecanismos de defensa, tales como la pérdida de apetito, comer compulsivamente, ansiedad, llanto, falta de concentración, accidentes domésticos, cansancio, agotamiento o insomnio. Cuando aparece alguno de los mecanismos y sea difícil de solucionar por el propio cuidador, se recomienda que pida ayuda a un profesional. Sin embargo, la mejor opción siempre será la prevención y actuar activamente en su propio cuidado.

En España hay más de 1,2 millones de personas con Alzhéimer y el 25% de los hogares españoles se ve afectado por algún familiar que convive con esta enfermedad. 

La disminución de la autonomía y la dependencia de quienes padecen Alzheimer, representa un elevado coste humano para los cuidadores. Según la OMS, los cuidadores pasan una media de 5 horas al día apoyando a las personas con demencia y el 70% de estos cuidados son proporcionados por mujeres tanto del entorno familiar como profesional. 
Evidentemente, se trata de una situación de urgencia social que hay que visibilizar, especialmente si se tiene en cuenta que los familiares y más concretamente las mujeres, tienen sus trabajos fuera de casa y no pueden asumir este esfuerzo extra. Esta situación hace que el gasto asociado al cuidado de estos enfermos sea cada vez mayor.

Bibliografía:

  1. Carretero Gómez S., et al. La sobrecarga de las cuidadoras de personas dependientes: análisis y propuestas de intervención psicosocial. Envejecimiento en Red. Consejo superior de Investigaciones Científicas (csic). Ministerio de Ciencia e Innovación. Gobierno de España.
  2. Cuidando a la persona cuidadora. Aula de Pacientes. Junta de Castilla y León. 
  3. Cuídate. Guía Básica de Autocuidado para Personas Cuidadoras. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales- Gobierno de España y Cruz Roja Española.
  4. Preguntas frecuentes que surgen al cuidar. FAQs Ser Cuidador. Multicanal Ser Cuidador. Cruz Roja Española 2022.
  5. Día Internacional de las Personas Cuidadoras. diainternacionalde.com.
  6. 5 de noviembre Día del cuidador. Nota prensa Alimentación. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEEG).

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