La telemedicina se conoce como la prestación de servicios de salud por parte de profesionales sanitarios a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención, la investigación y la evaluación, además de la la formación continuada de profesionales sanitarios. Por lo tanto, entre sus objetivos destacan, mejorar la salud de la población y de las comunidades, ahorrar costes y conseguir una mayor eficiencia a nivel asistencial.
Si llevamos esta modalidad al terreno de la enfermería podemos afirmar que es una excelente herramienta para ofrecer cuidados en remoto con la intención de mejorar la eficiencia y el acceso del paciente a la sanidad. Aquí tienes tres de las grandes ventajas que aporta la telemedicina a la enfermería.
Mayor eficiencia
Contribuye a administrar flujos de trabajo moderados para mantener casos no urgentes en el hogar y permitir que los médicos se concentren en pacientes críticos.
En muchas ocasiones, no es necesario ver a su médico físicamente, es posible que tenga preguntas y pueda hacer una llamada de triage con una enfermera.
Está comprobado que, las enfermeras que trabajan sus consultas con telemedicina, reducen las citas de pacientes que no tenían que acudir necesariamente en primer lugar.
Ampliación de las funciones
Las enfermeras son un gran apoyo para los médicos puesto que contribuyen a reducir sus horas de guardia y a controlar su uso durante cualquier intervalo de tiempo, ya sean 24 horas, fines de semana o fuera de las horas de atención.
La flexibilidad es uno de sus grandes beneficios, esta modalidad permite guiar a los pacientes hacia las visitas al servicio de urgencias, aclarar las opciones de tratamiento adecuadas, formar sobre la autogestión de la salud en el hogar y ayudar en la programación de citas.
Son muchos los estudios que han identificado esta modalidad como algo muy beneficioso tanto para la persona que llama como para el sistema sanitario por lo que respecta al ahorro de costes y derivaciones.
Permite perfeccionar las habilidades de comunicación
Este modo de trabajar despierta el lado crítico y la determinación, se tiene que responder con claridad y decisión cuándo y cómo explorar las descripciones precisas, ya sean cortes, contusiones o cualquier otro síntoma y signo comunicado por la persona que llama. Ser un buen oyente es fundamental. Una tarea que requiere cierta experiencia y que ayuda a las enfermeras a realizar una evaluación mucho más precisa. Contar con un aprendizaje visual no excluye a la enfermera de ser compatible con el mundo virtual de la enfermería de telesalud; de hecho, mejora las aptitudes de una enfermera para reunir descripciones más claras.
Este proceso de interacción telefónica entre la enfermera y la persona que se comunica durante el tiempo de una llamada, puede resultar un tanto complicado puesto que la enfermera no puede ver físicamente a la persona que llama, debe crearse mentalmente una imagen del paciente y de la situación a través de la comunicación.
¿Cuál es tu opinión sobre la telemedicina? ¿Crees que ha llegado para quedarse?
Te invitamos a registrarte en La Nueva Serenidad para seguir disfrutando de pequeñas dosis de serenidad a modo de actualidad, formación, recursos, materiales y contenidos a modo de respiros para desconectar y volver a conectar.
Muchas gracias por leernos.