La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “la prestación de servicios de salud (en los que la distancia es un factor determinante) por parte de profesionales sanitarios a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención de enfermedades, la investigación y la evaluación y para la formación continuada de profesionales sanitarios, todo ello con el objetivo final de mejorar la salud de la población y de las comunidades”.
La Pandemia nos ha obligado a quedarnos en casa, entre el confinamiento y el pedido expreso de no acercarnos a los hospitales o clínicas, nos hemos encontrado con una nueva realidad, un escenario al que ya nos dirigíamos pero con paso lento, con reticencias por parte de sanitarios y de pacientes. La situación cambió y la implantación de la telemedicina ha avanzado a pasos agigantados.
Gracias a la evolución de las nuevas tecnologías y de los dispositivos conectados (weareables) podemos disponer de cámara, sonido, voz y datos conectados de manera remota y al instante, podemos procesar esos datos mediante algoritmos, podemos detectar complicaciones e incluso programar acciones y respuestas automáticas.
eHealth, eSalud, telemedicina, ¿es todo lo mismo?
Cada concepto tiene su propio significado pero están interconectados, no podemos pensar uno sin el otro. Objetos conectados, formas de contacto entre paciente y sanitario, organización y tratamiento de la información y los datos, prevención y hábitos saludables, prescripción de webs en las que los pacientes pueden confiar para completar la información obtenida en consulta, aplicaciones móviles que nos permiten recoger datos en remoto… cada vez nos encontramos con más opciones e ideas innovadoras con las que la medicina y la relación médico-paciente entran en otro nivel.
Ehealth o esalud se refiere a la práctica de cuidados sanitarios que se apoya en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para la atención de salud, la vigilancia, y la documentación sanitaria, así como la educación los conocimientos y las investigaciones en materia de salud. Aunque son conceptos muy nuevos y en constante evolución, podríamos definir a la Telemedicina como el conjunto de pruebas físicas y psicológicas que no requieren de la visita presencial del enfermo hasta el especialista, es decir, la prestación de servicios médicos a distancia. Se diferencia del concepto esalud en tanto que este último abarca un campo de actuación más amplio, algunos especialistas empiezan a considerar la telemedicina como un pilar de la esalud.
La transformación digital en el sector de la salud
Podemos hablar de tres tipos de telemedicina:
MONITORIZACIÓN de pacientes a distancia, control domiciliario de pacientes con enfermedades crónicas por medio de dispositivos que se utilizan para recopilar datos, por ejemplo, los niveles de azúcar en sangre. Esto permite un control permanente y una toma de decisiones inmediata.
TECNOLOGÍA de almacenamiento y envío, relacionada con el tratamiento de los datos que se recopilan.
TELEMEDICINA interactiva, la que permite que paciente y sanitario puedan comunicarse en tiempo real, puede ser videoconferencia o una llamada dependiendo de la necesidad y los recursos disponibles.
La nueva relación médico – paciente
La telemedicina no es un elemento tecnológico sino una nueva manera de obtener y gestionar los datos que nos servirán para un diagnóstico o para mejorar la salud de los pacientes. La tecnología es solo una herramienta. La nueva relación médico paciente será definida por estas nuevas maneras de hacer, será más cercana, incluso siendo a distancia, más colaborativa y participativa, evitará desplazamientos innecesarios y el colapso de los centros sanitarios. Reducirá los tiempos de respuesta y las visitas innecesarias, por ejemplo para buscar una receta, con un simple clic, el paciente dispondrá de la receta en su móvil o directamente estará disponible en su farmacia.
Aunque la pandemia nos ha obligado a adelantarnos y adoptar estos avances aún más rápido de lo que esperábamos, tanto médicos como pacientes se han adaptado muy bien y los índices de satisfacción tanto por parte de los médicos como de los pacientes es muy alentador, una buena señal de que la telemedicina ha llegado para quedarse.
¿Qué recursos o herramientas crees que te faltan para mejorar tu desempeño como e-sanitario? ¿Qué aspectos crees que podrías mejorar? ¿Cómo ves la telemedicina en 5 años? te escuchamos, envíanos un mail a [email protected].