En España existen aproximadamente 70.000 farmacéuticos colegiados que ejercen su labor desde diferentes ámbitos, como hospitales y centros de salud, industria y distribución farmacéutica, análisis clínicos y oficinas de farmacia entre otros. Es en las farmacias donde se encuentran el 80% de los farmacéuticos colegiados en activo. Pero, ¿conoces la importancia de la farmacia y el farmacéutico en la prevención de enfermedades, la educación y la promoción de la salud?
El farmacéutico es una pieza clave en la prevención de enfermedades y en el cuidado y promoción de la salud de las personas. Además de la dispensación de medicamentos y del seguimiento de los tratamientos para garantizar su adherencia, la farmacia también trabaja para cuidar la salud de la población.
La red de farmacias supone un enorme potencial sanitario por su cercanía a los ciudadanos. De hecho, las farmacias atienden cada día en España a más de 2 millones de personas.
La evolución y el cambio de las farmacias
El principal objetivo de los sistemas sanitarios modernos consiste en proporcionar una asistencia integral al paciente con la máxima calidad posible. Para ello, es imprescindible la coordinación de todos los profesionales implicados, siendo el farmacéutico uno de ellos.
Hasta hace unos años, las farmacias han tenido poca interacción con el resto de los profesionales, pero últimamente su labor asistencial ha experimentado un importante avance en todos los países occidentales. Han tenido que adaptarse al cambio y a las nuevas condiciones del entorno, con el objetivo de acercarse más al paciente e implicarse en los servicios que ofrecen.
Esta nueva práctica ha necesitado que el farmacéutico evolucione con el fin de satisfacer las necesidades de los pacientes, así como poner en marcha la cooperación y el compromiso para conseguir que todos sus servicios estén integrados en beneficio de la salud de la población.
De hecho, la farmacia es el establecimiento sanitario más próximo a los ciudadanos. Por su accesibilidad y disponibilidad, puede poner en marcha actividades de promoción de la salud y de prevención de enfermedades.
Algunas de las actuaciones propias del farmacéutico para una correcta asistencia a sus pacientes son:
- Indicación de medicamentos que no requieren prescripción médica.
- Prevención de enfermedades.
- Educación sanitaria.
- Farmacovigilancia.
- Seguimiento farmacoterapéutico personalizado.
- Actuaciones relacionadas con el uso racional del medicamento.
El Ministerio de Sanidad también ha sentado las bases para este nuevo modelo, definiendo el concepto de Atención farmacéutica como:
Atención farmacéutica
Participación activa del farmacéutico para la asistencia al paciente en la dispensación y seguimiento de un tratamiento farmacoterapéutico, cooperando así con el médico y otros profesionales sanitarios, a fin de conseguir resultados que mejoren la calidad de vida del paciente. También conlleva la implicación del farmacéutico en actividades que proporcionen buena salud y prevengan las enfermedades.
La importancia de prevenir y promover la salud desde la farmacia
Según la OMS, la promoción de la salud es el proceso por el que se habilita a las personas para que tengan un mayor control sobre su salud y puedan mejorarla. Concretamente, la prevención de las enfermedades hace referencia a las estrategias que reducen el riesgo de aparición de una enfermedad, y pueden ir desde la identificación de los factores de riesgo hasta la detección precoz.
En realidad, las oficinas de farmacia siempre han estado involucradas en el cuidado preventivo de la salud, a través de la dispensación y seguimiento farmacoterapéutico y de otras prestaciones de atención farmacéutica. De hecho, el propio tratamiento farmacológico ya se solía acompañar de recomendaciones y medidas higiénicas y sanitarias por parte de la farmacia, como consejos sobre alimentación, actividad y ejercicio físico, hábitos sociales, etc.
Sin embargo, es importante que el papel del farmacéutico siga evolucionando y mejorando para incorporarse completamente dentro del sistema sanitario en materia de Salud Pública, prevención de enfermedades, promoción de la salud y modificación de los estilos de vida de la población.
Las intervenciones farmacéuticas añaden valor y pueden ayudar a reducir la carga del sistema sanitario, facilitando la coordinación y comunicación entre los profesionales sanitarios en el ámbito de la Atención primaria y favoreciendo la consecución de los objetivos de los programas de Salud Pública.
Los objetivos de la farmacia para la prevención de enfermedades y promoción de la salud son:
- Prevenir la aparición de enfermedades, especialmente las enfermedades crónicas. Aprovechando la accesibilidad de las farmacias, se trata de poner en marcha programas que contribuyan a la detección precoz de algunas enfermedades, entre las que destacan el cribado de cáncer de colon o la prueba de autodiagnóstico del VIH. Además, el farmacéutico también puede trabajar activamente en la prevención del ictus, por el importante papel que supone la cumplimentación terapéutica y el seguimiento de los hábitos de vida para poder evitarlo.
- Promover la salud y los hábitos de vida saludables, tanto en colectivos susceptibles, como en la población general. Desde el Consejo General de Farmacéuticos, se impulsan muchas campañas sanitarias dirigidas a la población para promocionar la salud en ámbitos muy diversos, tales como la salud en la mujer adulta, el abordaje del Alzheimer desde la farmacia, o la salud de la espalda, entre otras.
- Evitar la aparición de complicaciones innecesarias.
- Facilitar el diagnóstico precoz de determinadas patologías no diagnosticadas.
- Favorecer el acceso a la población de las actividades de Salud Pública promovidas por las autoridades sanitarias y otros colectivos.
- Todas estas acciones que se realizan desde las farmacias, contribuyen a prolongar la esperanza de vida saludable de la población española, o la también llamada esperanza de vida libre de discapacidad.
Ejemplo de acción farmacéutica para la prevención de enfermedades cardiovasculares
La intervención de las farmacias puede ser clave para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Así lo demuestra un estudio realizado en Reino Unido, publicado en el British Journal of Clinical Pharmacology, que valora la atención sanitaria de los farmacéuticos en el abordaje de pacientes con hipertensión, diabetes y colesterol alto.
Gracias a la acción farmacéutica, los pacientes experimentaron importantes reducciones de la presión arterial, los niveles de azúcar y el colesterol.
Las intervenciones de los farmacéuticos consistían en la educación de los pacientes, asesoramiento sobre los medicamentos, evaluación de la adherencia, modificaciones en el estilo de vida y manejo de la medicación y sus problemas derivados.
Los resultados de este estudio dan un importante mensaje a los gestores de los sistemas sanitarios a la hora de poner en práctica sus políticas. La efectividad de las intervenciones dirigidas por farmacéuticos puede ser clave para reducir los factores de riesgo relacionados con los eventos cardiovasculares. Las reducciones significativas de la presión sanguínea y del colesterol, podrían tener importantes implicaciones en el abordaje de la hipertensión, la diabetes y la dislipidemia, pudiendo ayudar a prevenir la morbilidad y mortalidad cardíaca.
Recomendaciones para poner en marcha actividades y servicios de promoción de la salud y prevención de enfermedades en la farmacia
Los aspectos a tener en cuenta para poner en práctica actividades y servicios para promocionar la salud y prevenir enfermedades desde la farmacia son: (https://www.micof.es/bd/archivos/archivo8038.pdf)
1º- Identificar las necesidades del público y del entorno más cercano, así como las opciones de servicios no prestados y los recursos disponibles:
- Recopilar información. Es importante que el farmacéutico obtenga la información más relevante sobre su comunidad (prevalencia de las enfermedades de su área, factores de riesgo de las enfermedades más comunes, estilos de vida, etc.). Para identificar estas necesidades puede servirse de otros profesionales sanitarios, de grupos de usuarios, o de programas de prevención ya establecidos.
- Listado de recursos disponibles. Pueden ser recursos estatales, de comunidades autónomas, ayuntamientos, hospitales, centros de salud, ONG y Asociaciones.
- Marcar prioridades. Según la información obtenida, se plantearán las actividades y los programas prioritarios para la población de cada área de influencia de la farmacia. También se deben tener en cuenta posibles servicios necesarios que no se estén proporcionando.
2º- Planificar y desarrollar el programa o servicio para promocionar la salud y prevenir las enfermedades.
En este punto es necesario marcar los objetivos que se quieren alcanzar. Se recomienda que los objetivos sean medibles para poder realizar una evaluación posterior.
Los puntos clave a tener en cuenta son:
- Ofrecer la información y los recursos necesarios para que los usuarios y pacientes puedan mejorar los resultados de salud. Se trata de proporcionar información relevante sobre la salud y estar disponible para actuar como fuente de información.
- Adoptar una actitud colaborativa mediante alianzas con otros profesionales sanitarios, organizaciones, usuarios o grupos de pacientes.
- Evaluar y perfeccionar las actividades implementadas (mejora continua). Para ello, hay que seleccionar las medidas apropiadas que permitan implementar los cambios necesarios. También será importante la asignación de funciones, responsabilidades y tareas al equipo de la farmacia.
3º- Proporcionar el servicio de promoción de la salud o prevención de enfermedades.
Dar a conocer el servicio o la actividad mediante folletos o pósters en la farmacia. Inicialmente, todos los usuarios pueden ser susceptibles de participar en el proyecto, aunque siempre es mejor ofrecerlo según los diferentes factores de riesgo identificados.
Ejemplos de servicios y actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades que se realizan desde las farmacias: servicios de deshabituación tabáquica, vacunaciones, control de peso/obesidad, o prevención del riesgo cardiovascular, entre otros.
4º- Medir los resultados del programa o servicio.
La evaluación de los resultados obtenidos es importante para saber si han alcanzado los objetivos marcados. También será importante conocer la opinión de los usuarios para ajustar y seguir mejorando el servicio prestado.
Diagrama de flujo del proceso para poner en marcha actividades y servicios de promoción de la salud y prevención de enfermedades desde la farmacia
El origen de la atención farmacéutica consiste en identificar qué necesita el paciente y trabajar para conseguirlo. Y aunque la atención farmacéutica ha pasado por varias concepciones y definiciones hasta la actualidad, su participación en el sistema sanitario es indispensable para conseguir educar a la población en la salud y mejorar la calidad de vida.
La actual escasez de recursos económicos aumenta la necesidad de replantearse los modelos farmacéuticos existentes y consensuar nuevos escenarios que incluyan modelos asistenciales con el objetivo de promocionar la salud y prevenir las enfermedades.
Bibliografía
- El farmacéutico clave en la prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Abril 2018.
- Los farmacéuticos abogan por prevenir la enfermedad y promover la salud. Redacción Médica. Septiembre 2016.
- Lebrón Cansino I. AF y educación sanitaria. La perspectiva del farmacéutico. Farmacia Profesional. Vol. 16. Núm. 10. Pág. 46-55. Noviembre, 2002.
- María del Val Díez Rodrigálvarez M. del V., et. al. Consenso sobre Atención Farmacéutica. Ministerio Sanidad y Consumo. 2002.
- Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria en España. Servicios y actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad en la Farmacia Comunitaria. Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Grupo de Trabajo de Buenas Prácticas. 2016.
- Así ayudan los farmacéuticos a prevenir enfermedades cardiovasculares. Infosalus. Diciembre 2019.